domingo, 20 de septiembre de 2015

Reflexión de la obra Crimen y Castigo

En la vida todos nos hemos equivocado en más de alguna vez en tomar una decisión que como consecuencias nos trajo momentos de dolor, tristeza y decepción, preguntándonos a cada instante ¿Por qué? ¿Por qué hice eso?



En la vida hay que aprender a tomar las decisiones, 
porque equivocarnos duele, las malas decisiones siempre traen malas consecuencias. Siempre pensamos que las decisiones que tomamos son las correctas quizás por nuestras ideologías y formas erróneas de pensar, causando así sufrimiento y remordimiento. Muchas veces tomamos decisiones sumergidos en la desesperación, tristeza o en alguna situación la cual es la menos adecuada para tomarla, es importante pensar y pensar que tan correcta será la decisión que queremos tomar.
Es muy doloroso equivocarse, una decisión puede darle un giro rotundo a nuestra vida, nos dejaría un profundo dolor, quizás no nos dimos cuenta que nuestra forma de pensar no era la mejor, muchas veces estamos llenos de falsas ideas acerca de las cosas que nos rodea, las cuales inducen a tomar malas decisiones, no nos dejan vivir en paz.
Cuando nos damos cuenta que esa decisión que tomamos fue errónea viene la intranquilidad, al tortura mental y nos empezamos arrepentir y a preguntarnos tantas cosas las cuales debimos preguntarnos antes de cometer ese error.

Crimen y Castigo resulta, pues, una excelente novela para reflexionar sobre varios aspectos de la vida y de nuestra manera cotidiana de pensar. La novela refleja lo que sucede con una persona que se encuentra en un estado casi al borde de la miseria, la forma en que el autor describe el lugar en donde vive el protagonista, y la manera de vestir e incluso da detalles tan ínfimos tales como que es lo que este come a diario, además el autor nos lleva a un punto en el cual pensamos que el crimen que el joven Raskólnikof comete está justificado, esto debido a la maldad de la prestamista, la cual llega al punto de ser considerada usurera, sin embargo al reflexionar sobre este tema la razón y el sentido común aparte las leyes impuestas por la sociedad nos indican que nadie tiene el derecho de tomar la justicia por su propia mano. La novela es una profunda y larga elucubración que pone de relieve la avalancha de pensamientos que asaltan a un ser humano en un corto periodo de tiempo.




En conclusión se puede decir que si el hombre comete algún crimen por más que intente taparlo siempre su conciencia le dice que reflexione; También que por más problemas que haya no debemos rendirnos y siempre pensar en lo bueno. Además que nunca debemos tomar el camino más rápido como lo hizo Raskolnikof al asesinar a la anciana usurera; Después que siempre se ha cometido un crimen la justicia no se queda con las manos cruzadas.


lunes, 17 de agosto de 2015

Cine ¿Arte o Industria?

El cine es un lenguaje hecho de imágenes sucesivas, simbólicas  y en movimiento, este nace como cine mudo, solo la captación de imágenes en movimiento, sin participación actoral. En la actualidad el cine “es una herramienta, que nos permite conocer condiciones humanas a través de la imagen y el sonido”.

Siempre han existidos distintas ideas acerca del cine, para algunas personas el cine es un arte y para otras es una industria, lo cierto es que el cine ha evolucionado al pasar de  los años.
Considero que el cine es un arte y también es industria; el arte es “una actividad en la que el hombre recrea, con una finalidad estética, un aspecto de la realidad o un sentimiento en formas bellas valiéndose de la materia, la imagen o el sonido” y eso es el cine una recreación de la realidad o imaginación  que busca impactar y entretener al público a través de la imagen y el sonido. Además,  el cine es arte porque es una creación realizada por el hombre, para expresar sus ideas, imaginaciones o alguna visión del mundo, a través de los recursos plásticos.


También considero el séptimo arte como una industria porque esta se encarga de transformar y transformar un producto, y esto mismo pasa en el cine y  consta de tres  pasos fundamentales que son: producción, distribución y exhibición, el primer pilar se encarga de buscar empresas que apoyen la realización de dicha película, el segundo pilar se encarga de llevar las películas a las salas de cine del mundo y el tercer pilar es en donde se decide, cuando y donde se estrenan las producciones cinematográficas.  El cine es un negocio ya que lo que se invierte en una producción  se recibe el doble o el triple de acuerdo al impacto que tenga dicha producción la industria es el medio a través del cual se canaliza el arte, la industria reúne y paga a los artistas por su trabajo, y los artistas reportan beneficios a la industria; uno no puede existir sin el otro.  Cada uno de los miembros que participan en la producción de la película está realizando un trabajo en el que se han especializado, son artistas que están ofreciendo un servicio, una habilidad más o menos única por la que esperan una retribución económica. Esto implica la necesidad de grandes cantidades de dinero para crear la película y para ello un entramado industrial que respalde los costes. Naturalmente, este entramado industrial querrá beneficios para compensar el dinero invertido en la obra de arte.
En conclusión puedo decir, que el cine es tanto arte como industria porque así como quiere crear cosas nuevas y busca expresar ideología o cosas reales o imaginarias  también busca beneficios económicos.

domingo, 16 de agosto de 2015

El cine: ¿Arte o Industria?

Al hablar de cine es común que instantáneamente aparezcan dos pensamientos. Inclusive se podría hablar de posturas ideológicas; hay quienes consideran que el cine es una expresión o manifestación artística y otros que lo ven como una industria del entretenimiento; La interminable disputa entre el cine arte y el cine comercial. Aquellos que entienden las películas como una obra de arte y aquellos que la entienden como un producto o ganancia.


Dos posiciones que han estado en constante colisión desde los mismos inicios del cine –y que tomando en cuenta su exposición de principios– de ningún modo van a congeniar entre sí: o se toma como arte o se toma como industria.
“Hace unos años participaba en el proceso de selección de alumnos de un centro de estudios de formación audiovisual, y entre las preguntas de un cuestionario de valoración, decidí incluir una pregunta que me pareció clave: ¿el cine es una expresión artística o una industria para el entretenimiento?
Adelanto que toda respuesta era válida.” Podemos considerar el cine como un estilo de expresión o manifestación artística de la misma manera que podemos vincularlo a un proceso de producción industrial, una cosa no suprime a la otra. Indistintamente de la manera en que esté efectuada cualquier producción audiovisual, podemos sostener que ha seguido un proceso industrial, de la misma manera que hasta una producción de Hollywood puede ser considerada una obra artística, de mayor o menor calidad, por qué no. habitualmente vinculamos el término industria a las películas que vienen de Hollywood, que por su acostumbrado carácter plagiario se condicionan a adueñarse de fórmulas comerciales de confirmado éxito, aprovecharlas y comercializarlas hasta la saciedad.
“¿Que trataba de averiguar entonces con esta pregunta? ¿Pretendía conseguir un pedazo de la gran tarta, al igual que habían conseguido Antonio Banderas o Alejandro Amenábar, o tan sólo compartir su sensibilidad con el resto del mundo? Sin que tenga que ser necesariamente así, mi intuición me decía que un alumno que contestara que el cine es industria tenía de entrada su estrategia mal plateada, y lo más probable es que tuviera serios problemas para culminar con éxito su proyecto de vida. Por otro lado, lo más probable es que los que contestaban que era una forma de expresión artística, sí tendrían el potencial para sacar adelante sus proyectos, porque aunque no tuviesen dinero, no les faltarían ganas de expresarse a toda costa, de cualquier manera. El mismísimo Francis Ford Coppola me daría de alguna manera la razón cuando, al asistir para la inauguración del curso académico, aconsejaría que se dedicaran a otra cosa aquellos que veían en el cine una manera de hacer dinero.” Para hacer el cine hay que amar el cine (el arte) no el dinero (la industria). Y parafraseando lo que incluso mencionaba Fernando Fernan Gómez en aquella serie, Queridos cómicos, lo más probable es que aquellos que se dedican al cine deseando llegar a ser estrellas, acaben estrellados contra su sueño, mientras que los que lo toman como un quehacer o profesión, no deberán dejar jamás de trabajar o laborar para lograr salir adelante.



Ciertamente los que esperamos apreciar el cine como un proceder de expresión o manifestación artística somos minoría, proliferando aquellos que meramente lo buscan como recurso de  distracción, diversión o pasatiempo, pero de lo que no se debe vacilar es que las obras y creaciones  que permanecen verdaderamente en el tiempo no son necesariamente las que más dinero han recaudado o mayores ingresos haya tenido, sino las que marcan una huella muy trascendente en el corazón del público. ¿O no es así?

CIBERGRAFIA:

viernes, 26 de junio de 2015

Reseña de Madame Bovary

FLAUBERT, GUSTAVO. Madame Bovary. Espasa, 1856, 400 pp


¿Eres tú la Madame Bovary de hoy?


Es una de las obras maestra de la literatura francesa y de la novela del siglo XIX, que continúa deleitando a sus lectores hasta la actualidad.
 El autor de esta gran obra es “Gustavo Flaubert  quien nació  en Rúa en el año 1821 y murió en el año 1880, este fue un escritor francés, se caracteriza principalmente por su forma de escritura.  Empezó a estudiar derecho en Paris pero tuvo que retirarse por problemas de salud, por lo que se decidió dedicarse de lleno a la literatura.  Es uno de los escritores más importantes de todos los tiempos, es conocido en todo el mundo por su gran obra Madame Bovary, la cual al público en el año 1856.” Flaubert es un verdadero creador de estilo, un apasionado de las palabras. Presenta la belleza del lenguaje a través de la minuciosa descripción de las cosas, de los hechos, de los sentimientos; la precisión en las palabras que, casi como en la poesía, ocupan un lugar inamovible en el ritmo de la frase.
En Madame Bovary se narra la historia de Emma Bovary, una hermosa joven que se casa con un médico de pueblo, Charles Bovary. La tranquila vida rural que se ve obligada llevar no le satisface para nada las expectativas que Emma había depositado en su vida. Su marido le parece simple, un ser sin ambiciones y falto de inquietudes. Ella se siente sola porque no encuentra a nadie capaz de compartir con ella sus sentimientos y pensamientos. El aburrimiento y la monotonía centran su vida y Emma desea escapar de ella a toda costa. De la mano de dos amantes y de una desenfrenada vida adultera y promiscua, Emma tratara de convertirse  en la mujer que siempre había deseado ser; sin embargo, esa desenfrenada aventura acabara por destruir todo, incluso a ella misma. 
Madame Bovary, subtitulada "Costumbres provincianas", define "esa desazón inaprensible", tan presente también en nuestros días: el inconformismo de la vida cotidiana, la atracción por el lujo, el consumismo, y la decepción en sucesivas relaciones amorosas, como búsqueda inagotable de un ideal que, por serlo, nunca se consigue.
En este contraste entre la decepcionante realidad y las ilusiones y aspiraciones de la protagonista juega un papel fundamental la lectura, lugar de consuelo y fuente de locura a la vez Emma Bovary lee con avidez las novelas románticas que la distraen de la cotidianidad insípida, pero al mismo tiempo le crean unas expectativas, la cual la vuelven loca, como una versión femenina de aquel Alonso Quijano que enloqueció por leer demasiadas novelas de caballería. Flaubert se muestra ambivalente con su señora Bovary; en ocasiones la hace parecer ridícula, una mujer rendida a la idealización del amor, sin embargo, también logra que el lector  se compadezca de ella y rechace los convencionalismos de los personajes que la rodean, quienes, encerrados en sus propios intereses no logran comprender su sensibilidad. La crítica, por lo tanto, se dirige en ambos sentidos: el amor romántico y la sociedad contemporánea del autor.
Antes de casarse, a Emma le había parecido que sentía amor; pero como la felicidad que habría debido ser el resultado de ese amor no había llegado, pensaba que probablemente se había equivocada.  E intentaba saber cómo había que entender exactamente en la vida las palabras “felicidad” “pasión” y “embriaguez” que tan hermosas le habían parecido en los libros. (Pag 52)
En cuanto a la forma, Flaubert es un verdadero creador de estilo, un apasionado de las palabras. Presenta la belleza del lenguaje a través de la minuciosa descripción de las cosas, de los hechos, de los sentimientos; la precisión en las palabras que, casi como en la poesía, ocupan un lugar inamovible en el ritmo de la frase.
El autor refleja con gran acierto la tragedia de este personaje, y Madame Bovary ha resultado ser una obra de referencia constante, hasta el punto de estar considerada como una obra maestra del realismo.
Según nuestra opinión basándonos en partes importantes de la obra Emma Bovary es un claro ejemplo de lo mal que acaba el "espíritu de lo romántico", que lleva inevitablemente al desastre, a la ruina, a la autodegradación y a la injusticia sobre los demás. “La moraleja es clara, y la descripción de ese marido primitivo pero cándido que tantísimo la ama (y que no se merece semejante traición por mucha que sea su simpleza intelectual), refuerza aún la sensación final de que Emma se ha equivocado, como un Quijote francés y femenino que de leer demasiadas "bobadas" palaciegas, se ha olvidado de su verdadero mundo, y se ha dejado engañar por el primer vividor. Sin embargo, y bajo este enfoque consciente, a Flaubert se le ven todavía unas simpatías inmensas hacia su protagonista, una amor especial, y una comprensión absoluta, desarrolladas con el trato que da a su psicología; la redime, "a pesar de ser romántica", la condena, pero a la vez la perdona. Lucha a través de ella, porque ella es él, y el suyo, es su pequeño drama privado...”


Cibergrafia:
http://es.wikipedia.org/wiki/Gustave_Flaubert

http://www.elresumen.com/libros/madame_bovary.htm

Reflexión de la obra El Extranjero

Albert Camus nos trae una historia sobre la mentalidad de la sociedad en 1942, con la segunda guerra mundial en su auge, donde se veía tanta brutalidad en los asesinatos, que las personas se habían vuelto insensibles ante tales situaciones, gracias a que se convirtió en algo muy cotidiano. Esto no lo demuestra en su novela en donde el personaje Meursault menciona una frase que le había dicho su madre antes de morir que era “uno acaba por acostumbrarse a todo”. 

La obra relata parte de la vida de Mersault, quien después de acudir al funeral de su madre siente un profundo vacío y una indiferencia arraigada ante toda experiencia, sensación, ocasión y persona. A pesar de contar técnicamente con una vida plena -amigos, pareja sentimental, empleo y vivienda-, comete un asesinato contra un acérrimo enemigo de un amigo cercano, lo cual le concede un pase automático ante el Jurado que finalmente le dictamina pena de muerte. 

Sin duda alguna Camus muestra a través de sus páginas la cúspide y el clímax del pensamiento de la época (1942), caracterizado por una indiferencia, un profundo rechazo y una negación de toda ideología o espiritualidad propias del existencialismo y del nihilismo, respectivamente. 


“Es propio y menester afirmar que dicho existencialismo y nihilismo pasivo característico del personaje es producto quizá de un racionalismo extremista, donde la mente del individuo ha trascendido más allá de los sentimientos, emociones y placeres, instaurándose por ende el raciocinio como máximo propósito. Precisamente una vez establecido un racionalismo radical, respaldado por una fluida e infinita sabiduría y experiencia, todo lo demás se considera un excedente innecesario y carente de valor alguno, por lo que es posible prescindir de su existencia. Como bien lo establece uno de los pensamientos del personaje Mersault: “Yo había tenido razón, tenía todavía razón, tenía siempre razón”. (Camus, 1942, p.37).”


Finalmente es posible afirmar que la obra El extranjero de Albert Camus es una exquisita pieza que sirve de guía hacia el entendimiento del yo, ya que a través de sus líneas es viable preguntarse ¿cuál es la relación del “yo” con el “otro”? ¿Acaso el racionalismo extremo puede conducir a la supresión de la sensibilidad humana y las emociones? Múltiples cuestionamientos más se conducen a través de las finas pero muy profundas líneas del texto. Una lectura totalmente recomendada para los amantes de la filosofía y de la duda.




martes, 19 de mayo de 2015

Análisis de Madame Bovary


Es una de las obras literarias más importantes de la historia. Fue escrita por Gustavo Flaubert quien nació el 12 de diciembre de 1831 y murió el 8 de mayo de 1880, fue hijo de un médico, de joven fue a París a realizar estudios de derechos pero de retiro por problemas de salud, por lo que decidió dedicarse de lleno a la literatura. 
Esta es una obra realista ya que en toda la historia se muestran características de los personajes, sus emociones y pensamientos y narran de una u otra manera lo que sucedía en la época, fragmento: “Emma espero a León tres cuartos de hora. Por fin, ocurrió a su despacho, y, perdida en toda clase de conjeturas, acusándole de indiferencia y reprochándose así misma su debilidad, se pasó la tarde con la frente pegada en la ventana”  en este fragmento se puede ver claramente el sentimiento de tristeza y decepción que siente Emma al no llegar León a la cita. El género al que pertenece es al género narrativo, siendo una novela realista.
La obra consta de 3 partes la primera, comienza narrando la infancia de Carlos, sus estudios, como se casó con una mujer mayor que él y como su madre lo obligo a estudiar medicina y cuando empezó a trabajar. En esta primera parte conoce a Emma, por medio del papa de Emma quien es un paciente suyo y nos relatan que Emma fue educada en un colegio de monjas, con mucha disciplina como una niña de la burguesía; Carlos se enamora de Emma, cuando muere la esposa de Carlos este decide pedirle matrimonio a Emma esta acepta y se casa. Cuando se mudan a Tostes y Emma está embarazada ya culmina la primera parte. La segunda comienza cuando se mudan. Emma se da cuenta que no está enamorada de Carlos y se siente muy decepcionada ya que no ha conseguido lo que desea, y Carlos su esposo es un medico vulgar con muy pocas aspiraciones. Desde aquí ella empieza a ser rebelde ya que se propone a conseguir lo que siempre ha deseado y quiere llegar a ser como las mujeres de las novelas que leía, y es aquí cuando conoce a Rodolfo  con quien mantiene un romance pero este solo quería aprovecharse de ella y decide abandonarla. Emma da a luz a su hija  Berta, pero la deja al cuidado de una nodriza ya que esta quería tener un niño, para que esta no sufriera y viviera todo lo que le ha tocado vivir a ella. En la tercera parte, Emma ya conoce a león su segundo amante, estudiante de derechos pero este también la abandona, causand
o en Emma una gran depresión, esta empieza a ser perseguida por las deudas. Emma se da cuenta de todo lo que ha hecho y decide quitarse la vida tomando un veneno arsénico. Carlos después de su muerte se da cuenta de todo lo que hizo Emma y cae en inmensa tristeza, la cual lo lleva a la muerte.

Esta producción literaria se puede considerar una obra de carácter histórico, ya que se ve muy evidentemente las costumbres de la época, los pensamientos de las personas y los distintos estilos de vida, y de una u otra manera critican a la burguesía del siglo 19, principalmente en Francia. Pero también se puede considerar una obra de carácter histórico porque es una novela, ayudo al amanecer del feminismo, ya que como vemos Emma Bovary era una mujer rebelde, libre y llevaba una actitud contrarias a las de la época, y sin embargo esta se empeña en buscar su felicidad personal. 
El tema central de la obra es la ambición de Emma que a pesar de que vive acomodada, esta no está conforme con lo que tiene y quiere conseguir mucha más cosas materiales, ella quería llevar una vida como las de las mujeres que leía en las novelas, a pesar de tener un buen esposo ella no era feliz se sentía insatisfecha; también un tema que es importante es la rebeldía ya que Emma le es infiel a su esposo con León y Rodolfo. Otro tema es la cobardía ya que Em
ma al final de la obra después de darse cuenta que no ha sido una buena mujer y debe mucho dinero decide suicidarse tomándose un veneno arsénico y por ultimo podemos señalar la tristeza que a pesar que Emma era una mujer con un carácter dominante, no era feliz era una mujer frustrada, además, podemos ver este sentimiento reflejado en Carlos al darse cuenta de todo lo que hizo Emma y por esta razón muere.

En conclusión, esta obra que ha marcado la historia tanto por la trama que se plasma en esta como la forma y estilo de escritura que utiliza Gustavo Flaubert en esta producción, esta es una de las primeras novelas realistas que se escribieron algo muy importante.


Reflexión de Madame Bovary

Nunca es sencillo comentar o criticar una novela que es considerada una obra maestra de la literatura universal, y más si se desea hacerlo sin declarar un impactante final que sería muy atrayente y cautivador analizar. Pero creo que ya es hora de que en este blog se escriba sobre una de las novelas decimonónicas más polémicas y revolucionarias de todos los tiempos: Madame Bovary.
Escrita por Gustave Flaubert (que tardó seis años en gestarla, en duras jornadas de trabajo que alcanzaron las doce horas), Madame Bovary se publicó por entregas en La Revue de París y pronto su autor y su editor tuvieron que confrontar a un proceso judicial inculpados de inmoralidad y desaprensión. Aunque ambos salieron bien parados del pleito, la sombra del alboroto ensombreció la novela durante muchos años hasta que finalmente fue reconocida e identificada como una gran obra y creación. 
¿Pero qué acontecía dentro de este libro que se armó tanta conmoción?
La novela contiene una historia de adulterio cuya protagonista absoluta es la inolvidable Emma, la fantasiosa, bella, rebelde y caprichosa hija de un granjero que se casa con un médico rural viudo llamado Charles Bovary.
Emma piensa que gracias a esta boda su vida dará un giro de ciento ochenta grados. Pero la apasionada madame Bovary enseguida descubre que la realidad no tiene nada que ver con sus ensoñaciones románticas y fastuosas, en cuya gestación han tenido mucho peso las novelas de amor y aventuras que lleva toda su adolescencia devorando. Su vida de casada resulta ser aburrida y poco excitante, y abandonado el espejismo del enamoramiento "salvavidas", su marido le parece un ser vulgar y bonachón hasta rozar la estupidez, sin ambiciones ni cualidades reseñables.
Ni siquiera el nacimiento de su hija Berthe, una niña a la que considera fea y en nada parecida a ella y a la que apenas hace caso, cambiará su gris perspectiva. Por eso no es de extrañar que la joven esposa y madre, la mujer más hermosa y elegante del pueblo donde reside, acabe buscando consuelo en dos amantes consecutivos: Rodolphe, el casanova oficial del lugar, y León, el melancólico ayudante del notario. El primero no cumplirá su promesa de fugarse con ella, y el segundo, de carácter más reservado, también terminará por decepcionar a la bella inconformista, que cada vez tratará con más desdén a su familia y gastará más y más dinero en toda clase de caprichos. Será su afición a las compras y a los préstamos lo que acabe precipitando a Madame Bovary en los brazos de la tragedia...
En fin, el argumento de Madame Bovary contiene todos los componentes indispensables para atraer la atención del lector: belleza, infidelidad, rebeldía, sexo y violencia. Pero colocado en su contexto histórico, es natural que despertara tanta polémica. Con su libro, Flaubert desnudó hasta el sonrojo a la aparentemente irreprochable burguesía de su tiempo y engendró un nuevo tipo de heroína, una mujer joven y hermosa que lleva hasta el final sus más primarios instintos. No es de extrañar que a partir de ahí comenzara a utilizarse la palabra "bovarismo" para describir a personas insatisfechas porque llevan vidas que en el fondo no desean llevar. Y también hay que recordar que Flaubert dijo de sí mismo que él era madame Bovary, quizás para responder a los que demonizaban a la atrevida y mentirosa Emma y, por ende, a su creador.


Madame Bovary se trata de una obra imprescindible, cargada de intensidad, belleza y dolor, y con un estilo, una densidad psicológica y una calidad literaria imposibles de encontrar en la literatura contemporánea.